Finding Memo

La Cité des enfants perdus

Hace algún tiempo “bromeabamos” bastante con algunos conocidos respecto de esta película del señor Jeunet... y es que a pesar de la distancia, de que su tierra está a varios miles de kilómetros (una cordillera y un océano de por medio), y que es casi seguro que en su vida a pisado este pedazo de tierra perdido a las orillas de Pacífico (quizás “concepción” le suene al sublime acto de engendrar un nuevo ser), el título de esta película de su filmografía se adaptaba perfectamente a lo que hace algún tiempo sucedía (la conjugación verbal puede no ser la más acertada), en este lugar...

Veamos...

Todo comenzó con la desaparición del señor Jorge Matute y la exposición mediática del caso en cuestión, por todos los medios informativos. La desesperada búsqueda de este universitario, ex alumno Salesiano, por parte de su familia dirigió las miradas del país hacia este lugar en que “nunca pasa nada”. La infructuosa búsqueda ejercida por “ambas policías”, carabineros e investigaciones (léase también “los pacos” y “los ratis” ), sirvió para poner en jaque el sistema investigativo, la transparencia del poder judicial, los permisos de funcionamiento de los locales nocturnos, la fiscalización por parte de las “autoridades”, el poder de los sindicatos de las grandes empresas y una infinidad de otros temas que por cierto estuvieron presentes en el debate público y la conversación de todos.

Finalmente despues de años de búsqueda, el “cuerpo” fue hallado por “casualidad” cerca del río Bio Bio en el sector del camino a Santa Juana. Hoy según recuerdo hay gente sometida a proceso, pero la verdad de todo aún no ve la luz... muchos tienen sus propias teorías, algunas bastante cinematográficas... las mías me las reservo, espero si, algún día saber “la verdad”...

Pero no solo Jorge fue el único que desapareció, durante ese tiempo (y algunos meses después), desaparecieron algunos otros más, de características un tanto similares: rango de edad, circunstancias (de juerga nocturna), etc... sumiendo a la población en un estado de alerta permanente frente a la posible desaparición de algún miembro de su familia...

Lo más tétrico de todo es que durante todos esos meses de búsqueda de “Coke” (apodo amistoso-familiar con el que Chile entero conoce a Jorge Matute), aparecieron algunos otros “fragmentos humanos” entre los que se cuentan cráneos y fémures que por no corresponder al cuerpo del malogrado joven... no le importaron a nadie... después de todo no era eso lo que se estaba buscando ¿verdad?. Nunca sabremos el nombre del dueño de aquel fragmento óseo Luis, Carlos, Fernanda, Roberto, Matilde, Bryan, Kevin, Marjorie, Rosita... da igual no era Jorge... el resto es historia.

La nota lúdica de esta columna esta dada por un hecho puntual...

Cierta vez en alguna celebración acontecida en el foro de la U de Conce, en que la mayoría de los “contertulios” terminamos bastante a mal traer debido a los conocidos efectos de cualquier brebaje con algún grado de alcohol, sobretodo en cantidades industriales, algunos amigos y conocidos invitamos a un extranjero de las heladas tierras de Puerto Montt (“Muerto” Montt, en sus propias palabras), a dicha “degustación”. Luego de terminado el evento y con una evidente alza de temperatura bucal (osea, con el “hocico caliente”), nos retiramos “a seguirla”... en la casa donde tenía “asilo amiguístico” nuestro nuevo colega. Pasadas las 3 y tantas de la madrugada y en evidente estado de ebriedad (si no nada de esto habría sucedido), alguien recuerda “algo” sobre una fiesta en el Gimnasio B de la Casa del Deporte y desfilamos rumbo al lugar... cosa que nadie en su sano juicio haría. En el trayecto (desde Paicaví entre Freire y Barros, hasta el mentado local), nos enfrascamos en un “amigable” conversación callejera con algunos chicos con poca cara de ángeles, pero que finalmente “alguno” de nosotros los convidó con total agrado a la fiesta (“vamos todos loco...”). No nos siguieron pero prometieron buscarnos allá para que avaláramos su ingreso (promesas de cura’o).
Como esto de “tener amigos es mejor que tener plata” entramos a la fiesta sin pagar (las amistades forjadas en barricadas de protestas Universitarias son eternas), adentro cada cual deambulaba cual satélite fuera de órbita (como olvidar nuestro Fasat-Alfa)... horas o minutos mas tarde (el relato se torna desde este punto “algo impreciso”), comenzamos a juntarnos todos los que andabamos...

¿ya adivinan quién faltaba?

Je je

Salimos de la fiesta y nos encontramos con los “chiquillos” que nos estaban esperando y obvio, nos cobraron la promesa hecha con anterioridad, se trató... pero no se pudo, no estaba en nuestras manos... seguramente nos entendieron de otra forma difícilmente hubiéramos salvado ilesos.

Les contamos a ellos el trágico destino de nuestro nuevo “amigo”, que de andar por ahí seguro no tenía la más mínima idea de donde estaba: Belfast, Melmac, Cachiyuyo, Tijuana... para él lo mismo... ¿qué creen? los chicos nos ayudaron en la búsqueda bautizada a esa altura como : “Finding Memo” (“Buscando a Memo” – émulo de la peli del pececito perdido).

No lo encontramos... pero les aseguro que ninguno de nosotros durmió esa noche, de hecho me fui a casa con “luz de día”...

Días después supimos que pasó: el “Memo” había equivocado rumbo, caminó en dirección Norte, llegando casi a la Rotonda Bonilla... el celular sin batería (o pensaban todos ustedes cretinos que no habíamos intentado llamarlo), la memoria no funcionaba lo suficiente para recordar siquiera un número telefónico... pero afortunadamente los afiches que pensábamos fabricar no fueron necesarios.

Solo ayer me enteré que este personaje, el “Memo”, se vino a radicar a este fin del mundo... habrá entonces que celebrar su llegada (je je)

Memo :

Bienvenido otra vez a la Ciudad de los Niños Perdidos...

Watch Out !!!