divagaciones, elucubraciones, epistolas, despachos, pensamientos, emociones, caminatas y sobre todo vuelos acerca y desde las lejanas tierras del fin del mundo, entre la Cordillera y el Mar. Las palabras aqui empleadas solo representan el sentir subjetivo de quien las escribe, osea, yo mismo mismamente. Eso sería...

lunes, noviembre 14, 2005

El “Chanchopato" :Animal X

Fauna mutante y salvaje del fin del mundo...

Este será como un episodio de la dimensión desconocida, si bien es cierto que antes ya abordé temas de índole “desconocida” hay todavía en los anales de mi memoria una cantidad no despreciable de historias de la misma calaña. Las razones para contar esta hoy son dos,
Una: el otro día en mi exquerida sala de cine, había un chico buscando información sobre una bestia desconocida llamada el @#$%$#@#& (que mal eso de no recordar el nombre).
Dos: hace poco rato estuvo acá “el Pato” y viendo fotos “viejas”, recordamos aquella vez que en una de esas salidas veraniegas, casi casi, nos enfrentamos al “chanchopatoooo”, muajajajajaj

Y dice así:

Algún verano cuyo año no me es posible precisar con cierto grado de exactitud, nos juntamos como muchos de esos veranos algunos amigos de acá , con otros de algo más al norte, de Santiasko, ciudad Capital del Reino de Chile; a la actividad de esos veranos salir a “acampar” a cualquier lugar alejadito de la mano de Dios. El contingente de aquella campaña sería el que sigue: Roberto “Indiol” Contreras, Pablo Ortega, el Rodrigo “Ata” Vargas, Pato Romero (familiar desconocido de Don George), y su humilde narrador. Los dos primeros extranjeros de la Capitale y el resto provincianos de tomo y lomo. El origen de singular amistad merece un capítulo aparte.


Fuimos llevados por el destino aquella vez, a las tierras de Ñipas, poblado rural ubicado relativamente cerca de la city que me cobija, pero la distancia horizontal, era nada comparada con la travesía emprendida para llegar, había solo dos buses diarios uno en la mañana que llegaba a las 12 y otro para irse en la tarde a las 5. El camino un asco. El único teléfono que había era a cuerda y funcionaba como 2 horas al día. Como no sabiamos nada del lugar, anteriormente habíamos hechos algunos Lobbys para quedarnos en el campo del tío de una novia que tenía por aquellas épocas. El lugar: un pedacito de terreno de 100 x 100 mts. Sin agua y con un calor de los 144.00 demonios. Lo peor de todo es que no llevábamos carpa así que usábamos la técnica de dormir a lo “pistolero”, es decir, a la orilla de la fogata que teníamos para cocinar y todo los demás. El agua estaba a unos 20 minutos de camino, en el retén rural de los pacos del lugar (ufff). Ha decir verdad mención honrosa para los pacos de Ñipas, comuna de Ranquil, que se portaron muy bien, nos dijeron que incluso podríamos emborracharnos sin problemas siempre y cuando no hiciéramos escándalos. Así que más tarde que temprano fuimos varias veces a columpiarnos en una plaza en evidente estado de intemperancia.

Que lindo...

La economía del lugar era del siglo anterior, todo era muy barato. Y algunas cosas carecían de los nombres que eran familiares para nosotros, lo descubrimos al ir a comprar algunas cosas como hormiguicida ... cuando la señora del negocio nos lo vendió dijo “mire ahí esta el pájaro”: es decir, en Ñipas a las hormigas les dicen pájaros, vendían jugos en polvo del año 666 a.c. y los había por cantidades industriales (les suena el BLAKIE). Toda una experiencia. Lo más freak de todo era un negocio donde se exhibía sin recato alguno un cartel donde se leía: “Loco loco a $25”, saquen sus propias conclusiones. Jajajaja.

Estuvimos en ese lugar hasta que recibimos la visita de algunos de los familiares del dueño, estuvieron allí un par de días, nos de dejaron una carpa y luego de que se fueron emprendimos una aventura que nos llevó hasta la otra orilla del Río Itata. Fue en ese lugar donde nos enfrentaríamos al terror... de lo desconocido. Como buenos camaradas todas las labores del día eran compartidas por todos, con la excepción de Pablo que se negaba sistemáticamente a realizar esfuerzos físicos argumentando que estas eran sus vacaciones y que él venía a descansar. No dejaba de tener razón, pero a un grupo de adolescentes no se les puede dar es justificación. Lo dejamos ser feliz por el momento, mientras a sus espaldas urdíamos una conspiración a gran escala para darle una buena lección. Fue así como una de esas noches de luna llena, acordamos dejar la alarma de uno de nuestros relojes para que sonase cerca de las 3 o 4 de la madrugada, para llevar en andas a Pablito hasta la orilla del río y dejarlo que durmiera allí el resto de la noche. Suponíamos, muy bien, que difícilmente despertaría ya que tenía el sueño muy profundo. Luego de encender una fogata, para lo cual utilizábamos un ron comprado en el comercio local, y contar algunas historias, chistes y tomarnos un cafecito nos fuimos a acostar.

Y esperamos pacientemente la señal horaria...


Cuando el primer alertado comenzó a despertarnos, ya nos frotábamos las manos por nuestra dulce venganza. Salimos uno a uno de nuestra guarida y procedimos a retirar a nuestra víctima así como cuncuna dentro de su capullo, pobre Pablito, lo que le esperaba... seguro pensábamos cada uno. Caminamos con el “difunto” a cuestas, por la arena, acercándonos al río cada vez más, Pablito ni se enteraba de su viaje nocturno, el éxito de la misión estaba a un paso de ser consolidado, más cerca, cada vez, más...

Pero derrepente, algo quebró el silencio de la noche...

Un ser pasó sobre el río, sobre el agua, aleteando violentamente, golpeando el agua con sus "alas" y emitiendo a la vez un horrible alarido así como hacen los chanchos (cerdos) cuando los matan. Nadie dijo nada, solo soltamos a Pablo y corrimos hacia nuestra guarida sin esperar orden de nadie... refugiándonos al interior de nuestros sacos de dormir sin emitir palabra alguna...

A los pocos minutos llega Pablo semidormido aún, con el saco de dormir en la mano y pregunta:


- Que pasó??

- Cállate güeón, acuéstate , mañana te contamos.

..
...que miedoooooooooo

Años después en un programa de Animal Planet, llamado Animal X, alguien describió algo muy similar a lo que sentimos esa vez, así que no fue un sueño... y vive aquí, en el fin del mundo...
Lindos sueños para todos, muajajajajaja...

Pd. Esa vez redactamos las conclusiones de la excursión pero se perdieron por ahí, un valioso documento perdido en la historia del fin del mundo.

1 Opiniones:

Anonymous Anónimo said...

Respecto de la crónica quisiera precisar algunos detalles:
Esta aventura habría ocurrido en el verano de 1988 o 1989, no he podido encontrar la foto con la fecha...
Por lo mismo en ese entonces había un solo teléfono público y nada de "celulares"
Sobre la práctica de dormir a lo "vaquero" con las estrellas por cielo, es necesario recomendar que no lo realicen como nosotros en dicha oportunidad; ya que nos ubicamos en una pequeña ladera (por el declive) y a nuestros pies hicimos una fogata... como la diosa fortuna se encontraba en esos años de nuestra parte, tras despertar en la noche me dispuse a correr los sacos-bultos de dormir con Pablo y Rodrigo dentro pues ya se iban sobre la fogata....
Rodrigo "ATA" Vargas era quién más se columpiaba con los pacos rondando (y obviamente en evidente estado de ....
El sitio de los acontecimientos ("avistamiento") correspondía al "Predio del Alcalde de Ñipas", donde instalamos la carpa a 2 metros del río....
Finalmente sobre el Ron, que correspondía a la marca "Llacolén" es mi deber señalar que NUNCA había ni he vuelto a beber algo TAN MALO, pues es era el único ron que encontramos en dicho pueblo tras recorrer diversas cantinas y que finalmente fue usado para encender un gran tronco como fogata. Favor de abstenerse de intentar ingerir este brebaje, recuerden NO beber "Ron Llacolén", hasta la grapa de cuarto engüage puede salvar más....

Patricio Romero
Compañero de Aventura

noviembre 14, 2005 10:57 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home