divagaciones, elucubraciones, epistolas, despachos, pensamientos, emociones, caminatas y sobre todo vuelos acerca y desde las lejanas tierras del fin del mundo, entre la Cordillera y el Mar. Las palabras aqui empleadas solo representan el sentir subjetivo de quien las escribe, osea, yo mismo mismamente. Eso sería...

martes, mayo 02, 2006

El Regreso del Quetejedi

Here I am

Hace un montón de tiempo que no ejercía esta artesanal costumbre de escribidor, no es misterio que para escritor no me alcanza y pues como todo desde hace algún tiempo este retorno no obedece a otra razón mas que un nombre de mujer (y que mujer).
La verdad es que me quedé un montón de rato pensando en que escribir y me di cuenta de una paradoja bien extraña y es que cada vez que pienso en que no me pasa nada (asi como Manu Chao en Mano Negra: “que pasa por la calle moreno?” – “nada, no pasa nada”), descubro que siempre tengo algo que contar. Igual y se me ocurrió la idea de ser mi biógrafo imaginario, pero creo que eso es algo que ya he hecho un montón de veces y solo no lo he sustantivizado (esa palabra existe?), lo que en español fome quiere decir “no le he puesto nombre”.
Es asi como a mi cabeza le llovieron encima un chorro de ideas relativas al contenido de este intento de ¿cómo se llama? ¿entrada?, bueno se entiende ¿no?, a pedido (sale un recorte calentito y crujiente para la chica guapa de la mesa 1). Relatos como el terremoto del ‘60 (que por cierto es el terremoto de mayor intensidad del cual se tenga registro), el milagro mexicano del ’69, alguna historia de algún cumpleaños mio, de alguno de mi abuelo (que hoy también cumpliría años al igual que tú), de los regalos esperados, los que llegaron y los que no. De algún juego de la tierna infancia (“abandoné” esa tarea que por cierto no es mala idea resucitar). Podría haber contado también las ideas que tenía y que no pudieron ver la luz por falta de presupuesto, yo creo te hubieras reído mucho (:P)...

Ese día me levanto temprano (la verdad no tengo muy claro si me duermo o no), nos damos un rica ducha, un desayuno asi rapidito sin mucha parafernalia, un último llamado antes de salir... y agarro la mochilita (que ya he preparado con anterioridad no sin antes hacer una lista para no olvidar nada nada), enfilando hacia el terminal de buses. Sin intentar ninguna negociación inútil y esquivando con habilidad “jurgolística” a los que ofrecen pasajes con la típica frase “acá Shantiago, por aca Shantiago Shantiago”. Llegó a mi ventanilla favorita (a pesar del mito que le lleva a Don Diablo y todo), le digo que necesito irme “ahora ya!” y me dice con la mejor de sus sonrisas que ese que está allí ya va saliendo en menos de 5 minutos. No se hable mas, cerramos el trato y más que rapidito me subo a la máquina rodante. Pienso un ratito que sería mejor dormir, que el viaje se me haría mas corto asi durmiendo pero es inútil, asi que me muevo entre la música (con el cd creado especialmente para la ocasión “Música para esperar a Nan”), y algún libro (uno viejito del que ya te he leído algunos pasajes). Y asi veo pasar los caminos desde este fin del mundo hasta la Metrópolis . Igual pienso (es absolutamente inevitable), en las pocas horas que quedan, que ya es nada, son solo unas horas, que cada segundo que pasa estás mas y mas cerca (de esa forma, que ya está claro que de la otra ya estás), y me dan ñañaras (asi como ahorita mismo). Llego a la ciudad capital, me voy donde Roberto al cual ya llamé para contarle tooooooodo, estoy allá casi toda la tarde, cada vez mas nervioso...
Salgo hacia el aeropuerto temprano (relativo obviamente al horario de tu arribo), para ubicarme bien, para no equivocarme, o por si me equivoco tenga el tiempo suficiente para corregir ese error (por ejemplo equivocarme de micro, o algo asi... ), sigue en mis oidos el mismito CD, llevo algunas cosas que me ayuden a crear un registro del momento, seguramente grabaré algunas notas previas al segundo mismo...
Llevo cartelito?.... disfraz de panda?, me envuelvo en papel de regalo? ...hasta que se acerca la hora, mas y mas, seguro se va a tardar un poco más, para contribuir a la tensión dramática y al estallido de todas mis emociones, y si no te veo?, y si llegas por detrás de mi?... y si derrepente me volteo... (mas ñañaras)...
Y ahí estás, y todo se congela, y todo desaparece, no hay ruido alguno, todo se difumina mientras cortamos el espacio de aire que queda entre tú y yo... ¿se vale si cierras los ojos?

Sabes algo?
Si me voy a morir... bien moricido pero de bonito
Y es muy muy probable que llueva, por lo menos en mis ojos.


FELIZ DIA CIELO ! ! !

martes, diciembre 06, 2005

Sin Nombre...

Un Cuento de no Navidad

Desde muy pequeña solía mirar hacia el cielo, buscando formas en las nubes y haciéndolas sus amigas y amigos. La señora ballena, el perro gordo, el hombre palomita de maíz... todos y cada unos de ellos había formado parte de su infancia, habían sido compañeros de juegos, confidentes, en los momentos felices... y los otros también.

Así se pasaba tardes enteras mirando a través del cristal de su ventana, luego al pasar los años y serle permitido salir de casa hacia el mundo exterior se maravilló igualmente con los aromas que llegaban hasta su pequeña nariz de niña, disfrutaba de ellos y de los sonidos que el viento, un amigo hasta ese entonces desconocido, le regalaba día tras día...

Pero nunca olvidó que su mayor deseo era abrazar a esos amigos aéreos, aquellos que siempre le habían acompañado y que la miraban desde arriba en todo momento, aún en esos días azules cuando parecían ausentes... ella imaginaba que solo se estaban divirtiendo en ese mar de allá arriba jugando bajo el agua seca que estaba sobre su cabecita de soñadora. Allí era cuando más ganas sentía de subir, de elevarse hasta allí y jugar con ellos, tomarlos de la mano y deslizarse junto a ellos con la ayuda de su nuevo amigo el viento.

Ella quería volar...

Un día decidió tomar la cámara de su padre y fotografiarse junto a ellos, dirigiendo sus disparos hacia arriba, de manera que todos sus amigos aparecieran sobre sus hombros, colgados en sus cabellos como adornos celestiales. Se fotografió junto a ellos miles de veces, y por las noches en su cuarto, cuando allá arriba también estaba oscuro y sus amigos dormían iluminados por esas miles de pequeñas lucecitas que los adultos llamaban estrellas, miraba las fotografías una y otra vez imaginando que sus pies no tocaban el suelo.

A tal llegó su deseo que un buen día pensó que si ella no podía subir existía la posibilidad de hacer bajar a alguno de ellos. Les gritó muchas veces invitándolos a todos por su nombre, pero nunca hubo respuesta. No se desanimó, pensaba más bien que la distancia era algo grande y si a eso le sumaba el ruido ambiente de la ciudad pues era difícil que la oyeran. Recordó entonces que cerca de su casa había un cerrito pequeño, donde alguna vez había ido con su mamá a encumbrar más de una cometa, a la que cada vez le ponía mensajitos para sus amigos. Entró a casa, buscó en el espacio bajo la escalera que iba hacia el segundo piso una cuerda, y emprendió la marcha.

Una vez en el cerrito, practicó con la cuerda muchas veces para tratar de atrapar a alguno de sus amigos, cualquiera el que estuviera mas cerca... un intento, dos, tres... ocho, quince... sus pequeños bracitos se cansaban, pero el deseo era más fuerte que eso.

De pronto vio venir hacia ella una nubecita pequeña, una que antes no había visto y pensó que esa era su oportunidad, cerró los ojos, giro la cuerda sobre su cabeza, rápido, más rápido... y la lanzó... sintió un tironcito... y luego ya no... pensó que se había escapado... pero al abrir sus ojos vio que no, que si la había atrapado... trató de recoger la cuerda, de jalarla hacia si... pero su amigo el viento no era hoy de mucha ayuda y empujaba a la nubecita lejos de ella. Sostuvo la cuerda con sus pequeñas manos lo más fuerte que pudo, la cuerda estaba muy tensa, ya no tenía mucha fuerza, comenzó a caminar en dirección a la nube para disminuir la tensión, pero no resultaba, cada vez el viento soplaba mas fuerte, y la tensión aumentaba, sus pies comenzaron a arrastrarse por aquel campo de flores amarillas bordadas en el cerrito, pero no podía soltar la cuerda, nunca había estado tan cerca y no iba a darse por vencida... cuando las fuerzas ya la abandonaban y una lágrima ya casi rodaba por su mejilla, cerró los ojos y apretó los puños... “nooo...” – gritó, y sintió en la cuerda una extraña vibración... entreabrió sus ojitos de almendra y vio venir hacia ella, sobre la cuerda, a un extraño personaje... parecía deslizarse sobre la cuerda tan livianamente que solo producía esa pequeña vibración... a los segundos, aquel personaje estuvo frente a ella... no dijo nada, solo le sonrió... ella soltó la cuerda, que cayó sobre sus pies sin moverse más... él acarició una de sus mejillas, ella cerró los ojos y sintió al viento jugar con sus cabellos... tenía miedo, miedo de abrir los ojos, miedo de despertar... con los ojos cerrados se sentía en otro lugar y le gustaba estar allí.. sintió una mano en la suya... abrió sus ojos... se abrazó fuerte a aquel ser de hermosa sonrisa, escucho latir su corazón... y poco a poco... iba sintiendo que sus pies se alejaban del suelo, dejando atrás aquel cerrito bordado de flores amarillas...


"You may say Im a dreamer,
but Im not the only one,
I hope some day you'll join us,
And the world will live as one"

John Lennon

miércoles, noviembre 30, 2005

El Mostro de Pangue

Las Locas Aventura de Don Camote de la Changa
y su fiel compañero Zuncho Charamusca.




Cuenta la leyenda que en las tierras del alto Bio Bio, luego de que fueran inundadas a causa de la construcción de una nueva central hidroeléctrica, de entre las aguas del lago artificial que se formó emerge en noches cualesquieras (los verdaderos “mostros” no se rigen por normas o convenciones), un ser abominable, si, mas abominable que ese tal hombre de las nieves, que ruge por aquellas altas tierras en busca de algún tipo de maquinaria pesada que destruir.

Dicen los lugareños que según se puede leer en antiguas escrituras encontradas en el mar de agua seca y escritos en lengua huanalquense (que solo unos pocos privilegiados conocen y aún menos dominan), estaba escrito que el ser se formaría cuando al caudal del río cayera un pedazo de alambre de cobre chileno, con aislante azul, se fusionara cósmicamente con un piñón bajo el agua, hubiese un temblor grado 3 en la escala de Richter (que como conocían a Richter yo ni idea), y lloviera debajo del puente 7 del río Andalién. Y aunque cueste creerlo eso si pasó.

No obstante su ferocidad y capacidad destructiva Godzilectra (como le llaman los lugareños, contaminados obviamente por la cultura de “tardes de cine”), se alimenta de moras silvestres, digüeñes e infusiones de floripondio.

Nuestros héroes se encontraban en Monteáguila disfrutando de las delicias del campo findelmundense, pero una tarde en que Don Camote se tendió a dormir la caña bajo la sombra de un sauce tuvo un sueño bastante poco ortodoxo, soñó que su amada Agrinea era tomada de rehén por un monstro desconocido. Se despertó sobresaltado y con dolor de cabeza (no contaba con que la sombra iba a correrse ni con dormir tanto rato), le ordenó a su escudero que averiguase todo lo posible acerca de la existencia de dicha abominación. Mientras lo esperaba se tomó un harina’ito (vino con harina tostada, llámese tmabién Chupilca), para reponerse. A la llegada de Zuncho y tras escuchar su relato con los ojos cada vez mas fuera de sus órbitas le ordenó cargar las alforjas con algunas tortillas de rescoldo y dos garrafas de jugo de uva fermentado, pues presentía que sería esta una dura batalla.

Emprendieron el rumbo hacia el lugar, tratando de esquivar todas las plazas de peaje pues no tenían un miserable peso en los bolsillos. Caminaron durante el día y la noche pues en su corazón Don Camote sentía que no había tiempo que perder y no podía correr el riesgo de perder a su amada Agrinea y menos en las fauces de una criatura tan poco querible. Zuncho agotado, sacaba fuerzas de gordeza, para seguir fielmente los pasos de su máximo ídolo. Tantas noches había soñado en ser como él, contar con su belleza, su prestancia, su gallardía y su falta de miedo frente a cualquier peligro.

Finalmente arribaron a las tierras del alto Bio Bio, alojaron en una cabaña de propiedad de la señora Doraliza, que les ofreció también algunos manjares caseros para su disfrute, lo que además les ayudó a reponer fuerzas después de tan largo viaje. Luego de una siesta y de terminar con el contenido de las dos garrafas, ya cuando el sol se ocultaba, se internaron en el bosque para buscar al temible Godzilectra.

Luego de deambular durante horas sin la más leve señal del mostro, Zuncho le indica a Don Camote que ha encontrado unas huellas. Luego de ver la conveniencia de seguirlas (y hacer una lista de pros y contras), se encaminaron por aquel sendero descrito en medio del bosque.

Llegaron a una cabaña bastante a mal traer (desde lejos parecía de esas soluciones habitacionales del gobierno), pero no era lo que esperaban. Al hacer ingreso en ella, se dieron cuenta de inmediato que se trataba de un laboratorio clandestino en donde se elaboraba licor de piñón, un brebaje etílico de dudosa salubridad y de desconocida graduación alcohólica. Zuncho, que de química solo conocía el principio de la destilación, hecho a andar la “maquinaria” y luego de unos minutos por un extremo, al final de una cañería de cobre de un cincuentaysieteavo de pulgada, comenzó a gotear lentamente el elixir. Esperaron pacientemente a que se llenara un tarro vacío de jurel tipo salmón (Zuncho siempre afirmaba que por muy inútil que pareciera en ocasiones su cargamento siempre hay una oportunidad de usar mas de alguna cosa), y una vez lleno se lo repartieron a razón de 30/70 y lo bebieron de una vez. No tenía sabor alguno, se sentía tibio en la boca y a parte de los seiscientostreintayocho tiritones sentidos en el acto mismo de beberlo no sintieron nada más.


Al rato Don Camote sacó de su bolsillo una baraja de naipes y le movió las cejas a Zuncho para jugar una partidita, éste aceptó de buena gana (siempre le daba en el gusto) y se arrimó a una improvisaba mesa llevando consigo un trozo de pescá seca para entretener al sistema digestivo.

Estaban en eso... cuando...

- Shhh!! silencio Zuncho... oid
- Que os sucede Don Camote?
- Prestad atención fiel Zuncho... es Godzilectra
- Diablos Don Camote ¿qué haremos?
- Pues lo que hemos venido a hacer...

Armáronse pues nuestros héroes con lo que hallaron mano y salieron al encuentro del espantoso ser. Nada más caminar unos metros lo tuvieron frente a sus ojos. Como una sombra misterios en medio de los árboles del bosque. A Zuncho le temblaban las piernas, no podía articular palabra frente a la enorme bestia que tenía ante sus ojos. Godzilectra solo emitía un zumbido ensordecedor un tzzzzzzzz que era capaz de dañar los oídos de cualquier ser viviente. Permanecieron impávidos por algunos segundos, hasta que un acto de heroica valentía (como debe ser), Don Camote exclama a viva voz:

A por él Zuncho, ahora es cuando !!!!!!!

Y se lanzaron al ataque.

Godzilectra permanecía inmóvil, no dejaba de emitir ese atroz zumbido y resistía sin chistar a los embates de Don Camote y Zuncho, que le golpeaban con todas las fuerzas de su alma.

Donde teneís a Agrinea??? Maldito!! – le interrogaba Don Camote

Frente a la falta de respuesta del mostro, Don Camote soltó su espada (de acero CAP fundida y fraguada en el altohorno de Huachipato por un viejo orfebre/armero/artesano de la comuna de Hualpén y bañada por las coloradas aguas del canal El Morro), se agarró de una de las cuatro gélidas piernas de Godzilectra (si, tenía cuatrooooo), y comenzó a escalar con la idea fija de llegar hasta su cuello y clavar en el puñal que le había regalado su compadre el Comandante Coloma antes de partir al exilio. La escala no estuvo exenta de riesgos, porque nada más subir unos metros, se encontró con una gran cantidad de espinudas matas que servían de protección al mostro. Sorteado ese obstáculo y con los ojos llenos de ira y la sangre a punto de entrar en estado de ebullición sintió por todo su cuerpo una feroz descarga energética que lo dejó fuera de combate. Cayó como cuerpo muerto sobre la entera humanidad de Zuncho y ambos quedaron ahí... desplomados, a merced de la noche y del mostro...

Por la mañana apenas despuntaron los primeros rayos de sol, Don Camote se despertó sobresaltado, con un atroz dolor de cabeza, mas sudado que caballo de bandido, y con una sed de los 1000 demonios...

Alá Zuncho es hora de partir !!!

Godzilectra o lo que fuera seguía ahí erguido, incólume... mientras se alejaron en silencio aún podían oír el atroz zumbido...

Tzzzzzzzzzzzz Tzzzzzzzz

Nunca !!! nunca más destilado de piñon Zuncho - le dijo a su fiel compañero de andanzas mientras lo abrazaba...

Sí Don Camote, nunca más...


"Me gusta el vino
porque el vino es bueno
pero cuando el agua brota pura y cristalina de la Madre Tierra
más me gusta el Vino"

Tito Fernández

lunes, noviembre 28, 2005

Bailable y sin Orquesta. vol. 2

Gran Casamiento Gran
Segunda Parte ¿y final...?



Tercer Acto: Pelea de Divas Cyndi v/s Deborah.


Talvez sea ilustrativo que de alguna pincelada al desfile de animales que han pasado por la casa, en este tiempo y el otro, en esta casa y la otra...

veamos:

La Kuky y la Lobby (dos cobayos, cuyes o conejillos de indias), la primera de ellas muerta en trágicas circunstancias al morder con furia roedorística el cable del refrigerador, el Carolo y la Carola (hamsters), el loro inflable y la tortuga de lana desaparecidos durante la época de la dictadura, Mac el conejo que mantuvo una huelga de hambre en protesta por la llegada del “Pompi” un quiltro simpático, el Cliff un quiltrito de pequeño tamaño que en un acto de total dignidad se fue a morir quien sabe donde, un montón de peces en un acuario muertos todos en una catástrofe ambiental cuando una visita derramo aceite lubricante dentro de su hábitat artificial. El Vicentico primer gato de la casa muerto por negligencia médica tras un postoperatorio de medio día, el Pinky gato blanco que seguro murió “en su ley” en alguna riña callejera por el amor de una felina. Un par de gorriones que nunca duraron mas de un día. Una rana gigante mutante que trajo papá una vez y se la llevó porque sino nos quedábamos sin tina. Mis Deborah Harry que ya saben como llegó. La Natalia otra gata llegada a casa por su propios medios solicitando asilo político y entregada luego en adopción. Los hijos de Miss Deborah entregados también en adopción. El Vicente un basset hound vendido por razones de convivencia con el Tomás un akita hijo de Cyndi que duró en casa algunas semanas y que luego también fue vendido por mas problemas de convivencia con el resto de los miembros de la casa. La Pequita (nombre ñoño que le puso mi mamá), que también es hija de Cyndi y se fue a Lota con su nuevo dueño y la Anabelle otro retoño de la Cyndi que aún sigue en casa.

Si se me escapa alguno le ruego me disculpe...

¿A dónde voy con todo esto?, bueno... una semana antes de la boda mi padre trae a la Cyndi a casa para que la cuidemos por tiempo indefinido y sin mediar pregunta alguna (la Cyndi vivía en el sitio de trabajo de mi padre y como ya no está ahí...). El caso es que yo me opuse en duros términos pero finalmente la perra se quedó. Durante el breve lapso que estuvo en el patio de la casa agredió física y psicológicamente a su hija (que madre desnaturalizada), por lo que debimos trasladarla al jardín y amarrarla. Los vecinos comenzaron a reclamar por la evidente amenaza que veían en aquel desproporcionado animal cuyas feroces fauces han de haber provocado mas de alguna pesadilla. El caso es que finalmente la “perrita” mordió a la pobrecita Deborah...

... y ahí quedó la cagá

Tardé un montón en recordar algún número de teléfono donde ubicar a mi señor padre, cosa que ocurrió cerca de la 1 de la madrugada. Para mayor irritación mía el que me contestó fue su “hijo postizo” que seguramente creyó que estaba soñando:

-alo?... mira dile a Don Julio que llamó Don .... y que dice que si mañana las 12:00 horas en el territorio nacional continental (10:00 hrs. en Chile insular occidental), no se ha llevado a su perra la regala o la mata.... buenas noches.

¿habrá sido musssshoooo?

El imputado no apareció y mi hermana fue hasta su casa para evitar que cumpliera mis amenazas talibanescas, llevando además hasta él un mensaje de mi parte: que según mi humilde punto de vista él debía ocuparse de los gastos veterinarios de Miss Harry...

Al llegar el personaje por estos parajes del bello barrio,que decir, en-fu-re-ci-do... declarando abiertamente que éramos dueños de una total y absoluta mala voluntad, que no éramos capaces de hacer un “pequeño favor”, que iba a ir a abandonar a la perra a su suerte (mentira), que a mi no me hablaba mas, que me olvidara de las deudas monetarias que tenía con él (me niego), y que mi hermana se olvidara de contar con su presencia para la boda y con algunas otras cosas mas...

Ostias!!!!!... la media cagaíta...


Cuartopuntouno Acto: La ceremonia.


Según lo pactado con anterioridad con los señores del Registro Civil del fin del mundo, la ceremonia se celebraría acá en casa el día Viernes 18 de Noviembre a las 17:30 horas. Mi participación en dicho acto sería de fotógrafo y durante los días anteriores, y también el mismo, hacer la recopilación musical para animar el jolgorio posterior en una performance de DJ tercermundista.

Ha de hacerse público que la selección musical fue en completa coordinación con la novel pareja, y si bien es cierto gozaba de algún cierto “libre albedrío” para infiltrar algunas cosas que fueran de mi total agrado (léase música “anormal” como Emir Kusturica & the No Smoking Orchestra, Kojón Prieto y los Huajolotes, o la nunca bien ponderada “filósofa” italiana Rafaella Carrá), otras no lo eran para nada (léase básicamente “regaetton”, guacalaaaaaa).

Encontrábame yo entonces en esas lides recopilatorias, total y absolutamente concentrado (la barrera sónica de los audífonos en los oídos hacía mucho más fácil esa “ensimismización”), cuando en un acto carente de toda delicadeza soy asustado (por la repentinidad), por un primo de corta edad que me trae un mensaje desde abajo:

“Dicen si puedes bajarle a la música”

A esas alturas evitaba que me sudaran las orejas por el calor y me había quitado los audífonos. Me puse de pie, dispuesto a ir a hacer un ataque de ironías del tipo: “los delicaditos de oídos que lleven algodón a la fiesta porque ahí la música estará a alto volumen”; pensando iba en ese tipo de pesadeces cuando caigo en cuenta que la ceremonia va a la mitad y nadie se había dignado avisarme... quedó de manifiesto la “importancia” de mi presencia, resignado subí por la cámara y volví escaleras abajo... finalmente terminé de culpable por no haber visto la hora.

Que me lleven todos los diablos...

Así que ahí estuve, disparo tras disparo, lavando copas en la cocina, saludando con cara de imbécil, y tratando de convencer a una niñita chiquita, de esas que apenas caminan y no hablan, que rompiera algo para animar el “show”. Obvio, la niñita no me dio ni la hora...


Cuartopuntodos Acto: Arriba el novio... abajo la novia “tiquitiquití !!”

Pasada la ceremonia civil, por lo demás la única, era hora de trasladarse en un bus hasta la zona Rural de Guarilihue (ubicada en la Provincia de Ñuble, cerca de Coelemu, y que posee celebraciones tan particulares como “La Fiesta de la Chicha”, uff), a la casa de la abuela del novio que accedió a la petición de “prestar el local” sin oponer resistencia alguna.

Para los efectos del traslado de los comensales se alquiló una micro operada por un amable conductor que tenia cara de bueno para el vino, lo que por definición lo hace un tipo simpático (aunque es muy cierto que también hay borrachos muy muy insoportables). Así las cosas partimos todos hacia lo que debía ser una fiesta donde los pasaríamos muy bien (ja). En mi carácter de miembro honorario del staff técnico del festejo fui traslado en vehículo exclusivo en compañía de mis leales colaboradores (aprovecho de agradecer el apoyo del Edgardo y el Pato, sin ellos todo hubiera sido peor), y obviamente un montón de cables y equipos. El traslado no tuvo mas razón que el hecho impajaritable de tener que llegar a instalar todo antes de que llegara el “populacho” para recibirlos a todos de la forma que se merecen (lo sé, soy absolutamente considerado, jajaj).

Nada más llegar nos dispusimos a armar todo el aparataje sonidístico y hacer las pruebas de rigor, lo que debido a nuestra pericia (modestia aparte), no nos resultó nada complicado. Así que luego de eso solo quedaba esperar la llegada de los comensales, Pato y Edgardo en compañía de unos “vasitos” de ponche y su humilde narrador con una agüita mineral sabor limón (nada más de acordarme me dan ganas de llorar).

Hasta ahí todo bien...

Mientras todos iban llegando y degustando algunos destilados preparados para la ocasión, pusimos algo de música para “tantear el terreno” con resultados bastante satisfactorios, lo que me dio una relativa tranquilidad. Luego de eso fuimos invitados todos a disfrutar de la cena, no entraré en demasiados detalles al respecto, solo diré que estaba bastante buena, me gustan esos sabores ahumados del campo del fin del mundo, y aunque había algunas cosas que no debía comer... comí..... y también bebí... pero poquito (la excusa agrava la falta???). Dejamos de fondo una soundtrack poco típica la Banda de sonido de El Chacotero Sentimental, que dicho sea de paso me gusta mucho, como es instrumental sirve para comer sin desconcentrarse y da pie a que mas de algún individuo en alguna mesa recuerde alguna de esas historias “a lo Rumpy” y colabore con hacer pasar un rato agradable a sus compañeros de mesa. En medio de todo eso era, claro está, la hora de los brindis... el novio, una tía de él.. y por la familia de la novia... pues nadie... así que no me quedó más remedio que tomar por asalto la palabra (al dirigir una mirada a mi hermana pude ver una sonrisa en su rostro y deducir que seguramente ella intuía que mi discurso sería poco ortodoxo), y pronunciar un brindis en honor de los novios... nada muy normal por cierto, cuento corto. Quiéranse, no se mientan, si se tienen que pelear peleen, yo se que se quieren y blah blah blah... y como broche de oro un versito en honor a mi abuela ausente en cuerpo pero siempre ahí:

“Brindo dijo un picaflor
Por todo lo que volado
De flor en flor he andado
Y el Pico no se ha gastado”


Risas del público presente...

Luego de eso, se empezó a caldear el ambiente, se desarmaron las mesas para dejar la pista de baile a disposición de todos quienes quisieran mover el esqueleto, unos más otros menos... Todo bien durante diría yo la primera media hora hasta que el público más “juvenil” comenzó a reclamar algunos de los éxitos del momento (llámese reggaetons, guacalaaaaa!!), debido a la presión popular cedí a su pliego de peticiones (recordando las sabias palabras de José Luis “El Puma” Rodríguez en aquel mítico Festival de Viña en plena Dictadura: “A veces hay que escuchar la voz del Pueblo...” Idolo !!). Ahí creo yo comenzó mi pesadilla...

Cada 78 segundos venía alguien a reclamar por la música, que como pones eso, que córtala de poner esas cosas, que colócate una rancheras, ¿tienes cueca?. No saben el cúmulo de sentimientos acumulados entre risa, rabia, ganas de mandar a todos a freír huevos a Abudabi, en serio, yo solo me remití a cumplir con la lista que los NOVIOS y yo habíamos preparado, si por dios, la fiesta es de ELLOS... Así las cosas los reclamos no cesaron y en una de esas cuando vino un tipo que después de haber bailado unos cuantos regeatonnes con un entusiasmo envidiable (claro, en evidente actitud de coqueteo con la pareja de turn), vino a rogar que le cambiara la música y le pusiera una “güenas cumbias” que ya estaba cansado de ese ritmo de moda “¿GUAT?”, para poca fortuna del incauto mi hermana andaba por ahí y sus palabras recalaron en su oído... pobre tipo, mi hermana lo increpó en duros términos termiando su discurso con algo así como ”mire si no quiere bailar no baile, porque los demás si lo están pasando bien”, por suerte no le dijo que si hubiera sido invierno y hubiera estado nevado (y si mi hígado no estuviera en paro de actividades), yo hubiese cogido un hacha de proporciones colosales y hubiera ejecutado una performance al mejor estilo de Jack Nicholson en The Shining (jajjaj). En fin luego de ese incidente y tras hacer un par de señas a mis fieles amigos y colaboradores me retiré del lugar con rumbo desconocido, a disfrutar de la noche estrellada del campo chileno. Acabé tendido en la parte trasera de una camioneta de dueño desconocido, sin mas cobija que la noche y su manto negro lleno de puntos estelares. Me dormí..., pero solo hasta que el Pato (en un acto de extrema buena voluntad), fue por mi a avisarme que iban a partir el pastel....

Pero si yo no puedo comer !!!!!!

En fin, en ser amigo no hay culpa... ingresé nuevamente al lugar de la fiesta, a ver como todos comían pastel (si, me comí un pedacito pero no le digan a nadie que es secretooooo).

Luego de bocadillo (ya no sé bien si los hechos están relatados cronológicamente pero para el caso es lo mismo), algunas de las tías del novio y también su madre se prepararon raudamente para interpretar en vivo unas cucas que supuestamente iban a ser la delicia de los presentes... bailaron el primer pie de cueca (de unas más desconocidas que nuestro mítico “chanchopato”, es decir del “Guatón Loyola” ni hablar), y luego una de las tías del novio se dirige amenazante hasta él para sacarlo a bailar... él se negó... y se armó el show...

Que si, que no, ya puh pelao baila, que no quiero, que porque, que porque no, que antes tú no eras así, que no que no es eso, que si que has cambiado y que la culpa es de ellaaaaa... y en una señal acusadora de categoría premium apunta directo hacia la novia...

Mi hermana indignada, el novio enojado, discusión, gritos, improperios, la vieja empuja a mi hermana, el novio empuja a la vieja, el hermano de él lo empuja a él, la mamá del novio que llora, yo atrincherado tras los equipos no podía dejar de pensar: “ostias!!! ésta tengo que escribirla”... el adebacle terminó con la mitad de los comensales “amurrados” fuera del local, yo tratando de poner algo alegre de soundtrack para que todos bailaran, salen los novios, vuelven, desarma todo... ¡NOS VAMOS! (chale)... se suponía que la mamá del novio iba a pagar lo del bus, pero nada, que no, que no pensaba pagar, de ahí ya fue el trámite de convencer al chofer de que nos trajera y confiara en que le pagábamos al llegar... finalmente el tío se convenció... menos mal, yo ya me veía de vuelta caminando por la carretera cargado como burro y mas encima sobrio y con calor... me lleven otra vez los 144000 diablos...


Al final, llegamos, mamá se hizo cargo de los gastos, yo con sed, que matrimonio mas abstemio había tenido, el novio enojado con toda su familia y los invitados con el recuerdo de un matrimonio digno de una película de Kusturica, aunque el tal Alex tampoco estaría mal...

Lo que la Ley del Estado ha unido, que no lo separe el hombre...
... o la mujer

Feliz y Dades Compañía Ilimitada


pd: Papá si fue (jajaja).

viernes, noviembre 25, 2005

Bailable y sin Orquesta. vol. 1

El Gran Casamiento Gran

Debido a la gran cantidad de personas (una vez más exagero), que nada mas encontrarme en cualquier lugar me intimida con la preguntita de rigor:

¿Y? ¿Cómo estuvo el casorio?

Dedico a ellos este relato de los acontecimientos que se sucedieron durante el último tiempo, trataré de hilar un montón de cosas que desencadenan el pasado Viernes 18 / Sábado 19 del año en curso, en lo que ningún medio de comunicación serio calificaría como “La Boda del Año”.-

La otra dedicatoria es obvia ¿verdad?

Por favor damas y caballeros... pónganse cómodos y abróchense los cinturones, nos fuimos...


Primer acto: Miss Deborah Harry

Por allá por el año 2003 después de Cristo en una época bastante oscura de mi vida, esa en la que uno se empeña en seguir la ruta de un pájaro herido... con ausencia de lluvia y exceso de líquido al interior del organismo (de alguna forma hay que compensar esa sequedad). Cuando me hice parroquiano de los más diversos boliches y bares de la ciudad, y disfrutaba de algunos “privilegios” en comparación al resto de los mortales. Aquel tiempo en que escribía en servilletas, etiquetas de cerveza, boletos de micro, mesas de melamina blanca, en las manos, en los brazos y en las hojas que el viento dejaba bajo mis pies. Cuando en definitiva todo era factible de transformar a volúmenes medibles en litros.

En una de esas húmedas jornadas, cuando ya cerraban el último de los bares de la ciudad (es necesario aclarar que debe haber sido miércoles o jueves), y me vi en la obligación de peregrinar hacia mi hogar aproximadamente a las 4 de la mañana, me detuve con la ingenua idea de que asomara algún colectivero insomne (colectivero: dícese del conductor de “colectivos” que son una especie de taxis con tarifa y recorrido fijos), un Travis Binckle criollo, que pudiera llevar en forma rauda por las calles de la ciudad directo a la casa. Pero a esa hora... nada... Allí estaba su humilde narrador sentado al borde de la solera de la calle en la esquina de Maipú y Lincoyán , cuando de entre la oscuridad de la madrugada aparece sin que logre percatarme un ejemplar hembra de Felis Catus de corta edad, es decir una gata chica, sin solicitar permiso alguno se deposita cómodamente sobre mis piernas y comienza a ejecutar el clásico ronroneo felino, esa era lejos la mas grande manifestación de cariño que había tenido en meses y que mas decir, la gatita se ganó mi total aprobación. A los pocos minutos divisé un par de focos en dirección hacia nosotros, al comprobar que era un taxi (que no colectivo), le hice detenerse y luego de comprobar que solo tenia “una luca” ($1.000), pongo mi mejor cara de ebrio simpático y le digo. Buenas mmm, ¿noches?, ¿nos puede llevar por luca hasta @#$%&€?, me responde que va con un pasajero y que si a él no le incomoda no tiene problema en que hagamos negocio, pero si debo acompañarlo antes a dejarlo a él. El amable señor aludido da su visto bueno al tema, giro la cabeza y digo. Ya, vamos... el chofer me mira y me dice ¿va solo?.... pues No, con la gata. Jeje

Resumen llegué cerca de las 5:30 a.m a la casa a golpear porque no llevé las llaves, me abrió la puerta mi abuela, la miro y le digo que no vengo solo y le muestro la gata. Desde ese día ya nunca se fue de aquí.

Nunca quedó claro si la gata me recogió a mi o yo a ella, pero por su color amarillo (además del blanco) recordé a aquella vocalista de una banda de rock que al bautizar dicha banda recordó que todo el mundo al desconocer su nombre le decia: “hey blondie”, y le llamó así, pues esa joven le dio nombre a la gata: Deborah Harry. Lo curioso es que la gente del bello barrio le llama “Rucia” (que es Rubia en shileno).


Segundo acto: Resumen noticioso.

Enumeraré algunos acontecimientos que si bien pueden ser obviados sirven para darle tensión dramática a la historia en general, por cierto están en orden cronológico.

1 Un día, después de sentir el dolor físico más grande de mi vida y aguantarlo por 5 horas, llamé a una ambulancia para ir a parar al servicio de urgencias del hospital. Suero, calmantes, etc. El diagnóstico primitivo fue cálculos renales. Entre que me fui a casa ese día y me hice los exámenes que comprobaron que no eran cálculos sino un problema al hígado, fui tres veces más a urgencias a que me inyectaran, si bien no llegó a dolerme como la primera vez, siempre era un lío. El resto es conocido, dieta y nada nada de alcohol.

2 Por los mismos días mi hermana comenzó con unos dolores similares, aplicamos urgencia de nuevo, exámenes y como resultado ella si tenía cálculos (mas bien tiene). Uno de ellos de casi un centímetro y como la pobre es taaan “gorda” (léase con toda la ironía de la vida y el mundo), por recomendación médica la operación no puede ser “tradicional” sino con láser (obvio, siglo XXI), lo que por el sistema público de salud tiene por costo la módica suma de $2.000.000.-

3 Un par de semanas después de eso (a esta altura ya se pone como comedia de humor negrísimo), mi madre se sentía algo mal, la tuvimos descansando dos días y ya al tercero la llevamos a la clínica (y el hospital?, pues no, por una muy atroz experiencia anterior con mi abuelita). Diagnóstico: infección renal grave, cálculos biliares y diabetes avanzada. Y ojo que ella se controlaba cada 4 meses y tomaba medicamentos para prevenir la diabetes ¿alguien me explica?. Estuvo 1 semana en la clínica, la dieron de alta con dieta estricta y aún queda pendiente lo de la operación de los cálculos.

4 Mientras mamá estaba en la clínica despidieron a mi padre del trabajo, después de mas de 10 años y trabajando hasta 25 horas diarias, que explotadores. Una maquinación muy truculenta de un señor bastante desagradable que cree que el mundo funciona según su antojo. Si bien papá no vive acá, sino con su novia “treinteañera”, el asunto afecta y bastante.

5 Y yo pues quedé desocupado a los días, acabé el trabajo en que estaba y quedé en espera de que comience el trabajo en otro lugar. Lo que aún no sucede.

...continuará

lunes, noviembre 21, 2005

Las Briquetas de Temuco

Con Hambre... cualquier cosa.

No recuerdo años fechas, y algunos compañeros de viaje, pero ésta historia sirve para reflexionar sobre cada vez que desconocemos algo:

¿no será mejor preguntar?

Partimos hacia Temuco un grupo de “findelmundenses”, allá se encontraba un personaje que respondía al nombre de Luis, pero que todos conocían como “el Lucho”, eso hasta que con “el Clavel” y luego de ser espectadores de una fotografía que lo delataba como sucesor directo del hombre de Cromagnon (saber si así se escribe), le llamamos “el capitán cavernícola”, nombre bastante mas adecuado. Bueno él estudiaba en la UFRO (Universidad de la Frontera), así que el destino de llegada era obviamente su casa.

En algún momento del día éramos bastantes en el grupo, pero creo que nos separamos luego de un intento fallido de ir a casa de un tío de Rodrigo “el ciego” Neira, individuo al que su tío no reconoció (y él había transmitido que su tío era muy buena onda y que seguro hasta hacíamos un asadito en el patio de su casa). Osea, ¿cómo les digo?, si no sale de la casa la prima y lo saluda, el viejo nos agarra a balazos. Bueno después de ese incidente nos separamos, de modo que su humilde narrador quedo con tres colegas deambulando por la ciudad Capital de la Novena Región del país.

Llegó la hora del hambre (ya se sabe que es factible pasar algo de hambre pero sed nunca, y a esa altura ya debimos habernos despachado algunos litros de algo mas que agua). Presenté la moción de adquirir algo para engañar al estómago y fue aprobada por la unanimidad de los presentes. Recolectamos una escuálida cantidad de efectivo y comenzamos a buscar un lugar donde comprar. Por algún extraño motivo me he dado cuenta, empíricamente, que cada vez que se solicita dinero para comestibles siempre se reúne muy poco, no así en el caso de los bebestibles ¿por qué?, ni idea, pero así es...

Dimos un par de vueltas por las calles, aplicando la filosofía de que “más lejos del centro, más barato”. Finalmente dimos con uno de esos típicos locales en que se venden pollos asados, papas fritas y otras de esas elaboradísimas delicias de gourmet. Me detengo a leer la pizarra donde propagandean sus productos y leo:

POLLO AL PASO

Papas fritas
Bebidas
Helados
Cigarrillos

Ojo: hay briquetas

En atención a lo escaso del poder adquisitivo del momento solicité la aprobación de mis congéneres para disponer del dinero a mi antojo tratando, eso si, de maximizar el factor cantidad por sobre la calidad, apelando al pensamiento clásico que dice que uno con hambre come lo que sea.

Hice ingreso al local, lo recuerdo bien, había una señora de unos 50 años y un chico de 13 o 14. Si se notaba que dentro del local, hacia el fondo, habían mas personas seguramente trabajando. Me acompañó al interior del local el Clavel supongo que para ayudarme a llevar la cantidad de cosas que iba a comprar con tremendo dineral.

Intentaré mas o menos reproducir el diálogo que sostuve con la dependienta del local, los valores solo son referenciales y no constituyen prueba de delito alguno:

- Buenas tardes señora.
- Buenas tardes
- Cuanto cuesta un pollito?
- $2.900
- (chuuu estamos fritos) ok, y una Cocacola de 2 litros?
- $650

allí recordé yo aquello de “Hay Briquetas”

- disculpe, ¿cuánto vale una briqueta?
- Una? ... $50
- Ahh, y son de que tamaño?
- Mm, mas o menos así (hace la representación del tamaño con las manos)
- Ok, entonces me llevo 8 briquetas y la Coca de 2 litros, y le doy dinero por el envase que no trajimos.
- Quiere 8 briquetas???
- Si, por? No vende de tan pocas? ¿una docena?
- No, no es eso, solo que nadie compra 8 briquetas
- Ah, mire lo que pasa es que somos 4, entonces serían dos para cada uno.

Ahí como que me doy cuenta de que algo raro pasaba, que la señora miraba al chico y éste se encogía de hombros y no decía nada....

“Ernestooo !!” gritó la señora y se perdió tras una puerta...

A los pocos minutos vuelve la doña en compañía de Ernesto que debió ser el marido...

- buenas tardes (me dice)
- hola, buenas tardes
- Que necesita?
- Pues una coca de 2 litros y 8 briquetas.
- Sabe usted que son las briquetas?
- Ah pues no, pero ya sabe usted, con hambre se come cualquier cosa ¿no?
- Anda a buscarte una briqueta allá atrás Mauri (le dice al chico)

Yo miraba al Clavel con cara de "no entiendo nadaaaaaaa", él me miraba y se encogía de hombros... y pues el Mauri trajo la famosa briqueta...

- ahí la tiene ¿y?
- Ahhhhhhhhh


Y sale corriendo el Clavel de aquel negocio, muerto de risa y le grita a los otros...:

“JA JA JA JA que las cagó este gueón”


¿Cómo les explico?... una briqueta es un cilindro de aserrín prensado usado en ciertas estufas como combustible, osea una especie de “leña de mentira”... y obviamente no se come...

Así fue que yo conocí las briquetas, ¿y si hubiese preguntado?... pues no tendría esta historia para contarles...

buenas noches.



DIME PAPA, ¿POR QUE SE SECAN LAS FLORES?
¿DE DONDE VIENEN LAS LLUVIAS?
¿Y POR QUE SALE LA LUNA
CUANDO ME VOY A ACOSTAR?
DIME PAPA, ¿DONDE VA EL SOL POR LA NOCHE?
Y ESAS ESTRELLAS QUE BRILLAN
¿DONDE SE ESCONDEN DE DIA?
QUE NO LAS VEO JAMAS

Y ASI, PREGUNTA A PREGUNTA
Y ASI SIN FIN PREGUNTANDO
SE FUE QUEDANDO DORMIDO EN MIS BRAZOS

DIME PAPA, ¿POR QUE SALE EL ARCO IRIS?
¿Y POR QUE LADRAN LOS PERROS?
¿POR QUE ESA FURIA DEL VIENTO
QUE NO DEJA DE SILBAR?
DIME PAPA, ¿QUIEN PINTA BLANCA LA NIEVE?
¿QUIEN HIZO ASI LA MAÑANA?
¿POR QUE LOS PAJAROS CANTAN
Y NO PARAN DE CANTAR?

“Pregunta a pregunta”, Manuel Alejandro

domingo, noviembre 20, 2005

De la Primera Época vol. 2

La Pichanga de Barrio...El Último Gol, gana.

Antes de continuar tocando piano en este teclado he de dar públicas excusas por mi ausencia, sobretodo ahora a sabiendas de que algunas personas (perdón por pluralizar), si se han “malacostumbrado” a pasearse por aquí...

Pichanga, un término bastante folklórico, de hecho creo que en una de sus acepciones pertenece creo que exclusivamente a estas tierras a medio millar de kilómetros de la capital de Reino. Veamos.

Pichanga en su acepción de carácter culinario describe un plato que es mas bien un “platón” por cierto nada de sano, que lleva papas fritas, trozos de carne de vacuno y cerdo, palta en trocitos, queso en trozotes, algunos de esos embutidos “cecinosos” de dudosa procedencia, aceitunas... por lo demás para evitar cualquier tipo de “atoramiento” es lógico que se debe acompañar semejante festín con algún liquido que ayude a lubricar el tracto digestivo, deseablemente el líquido a de tener algún grado de alcohol. De carácter social (absolutamente nadie va a ir a comerse una pichanga solo), es el término de reuniones de camaradería, encuentros imprevistos con algún individuo que no veíamos hace tiempo, por esos ataques de hambre repentina o simplemente (o complicadamente), luego de algún encuentro futbolero... lo que nos lleva a la siguiente acepción de dicha palabrita...

El fútbol (o “jurgol”), debe ser, y por alguna muy extraña razón, el más popular de los deportes en este fin del mundo (y parece que en el resto también), despierta pasiones increíbles, entrega alegrías al país (se ha de reconocer que éstas cada vez son menos), provoca conflictos matrimoniales, filiales, amorosos, delictivos, etc...

La pichanga viene siendo la práctica urbana findelmundística de aquel llamado “rey de los deportes”, practicada en todo los rangos etáreos, estratos sociales, en los recreos escolares, en alguna área verde municipal, en el patio de la casa, en donde sea... si bien es cierto el reglamento básico de la práctica se fundamenta en los principios del fútbol carece en absoluto de la “seriedad” de éste.

El campo de juego no es necesario delimitarlo, basta que alguien durante el desarrollo del compromiso sienta que la pelotita salió “muy allá” para cobrar un saque, que otro se queje mucho de algún puntapié, planchazo u otro para que se cobre la falta... obviamente el árbitro de la contienda no existe fundamentándose todo el reglamento en la honorabilidad (o el “tamaño”), de los jugadores.

Los partidos eran eternos (con todo lo subjetivo que es esa “eternidad”, como cuando íbamos de pequeños a un sitio y decíamos había como 1000 personas y en “realidad” eran 26, o cuando hablas 2 minutos y en realidad fueron mas de 5 horas o al revés... así o más enredado?), La medición del tiempo tampoco tenía la rigurosidad profesional, era mas bien algo de características “ocurrísticas” (relativo al “ocurrismo” del shilensis “me le ocurrió” es decir, “mira que brillante idea acabo de tener”), y bastaba que alguien dijera que ya era el momento de invertir la dirección de ataque y dijera: “ya puhhh cambio de la’o” y seguro otro le respondía: “ya ya, oye voy a tomar agua, ¿quién quiere?”

La distancia entre un “poste” y el otro, del arco, se mide en pies, pasos o similares (muy exacto ¿no?), no hay elemento horizontal en dicha portería, por lo que la altitud de un tiro al arco depende proporcionalmente al tamaño del arquero de turno.

Respecto de este último personaje hay diversos mitos, los cuales han dado incluso nacimiento a expresiones populares como:

“el mas gueón juega al arco”


que en correcto español quiere decir algo así como “el individuo más tonto del grupo ocupará el lugar del portero”. Era evidente que en la práctica de este deporte de barrio era así, aquel que carecía de las técnicas depuradas que requiere darle de patadas al esférico irremediablemente estaba condenado a arquero eterno. Por esas cosas de la vida era muy corriente que además éste desdichado ser fuera el dueño de la pelotita, así que la dualidad era evidente: si el tipo no jugaba no había partido porque obviamente no iba a ser tan tan caritativo para prestarla sin participación en el “negocio” y dos, nadie se iba a arriesgar a ponerlo de delantero cuando lo mas probable era que errara todos sus disparos, además quien pretenda pensar que también es una tontería ponerlo al arco si tampoco era muy diestro en el arte de “atajar” hay dos razones de peso, primera: el puesto de arquero es lejos el más aburrido de todos; y dos: “la mejor defensa es el ataque” (eso parece como de Bush).


Otro dicho dice mas o menos así :

“todo es cancha”

--(accidente: luego de la frase anterior llevaba dos paginas más escritas, como me concentro en esto y siempre olvido que hay en este maldito programa una opción de autoguardado, alguien acá en casa provocó un cortocircuito y luego de volver a encender este tarro me dejó aquí.... que rabiaaaaaaaa)--

... en el resumen mas resumido que podría resumir diría en tres palabras que significa: “todo es posible”. Cualquier, cualquier lugar por donde se pudiera correr con la pelotilla pegada a los pies era parte del campo de juego. Por la tierra, por el pasto, por dentro de los edificios, por los estacionamientos, por la acera, por detrás del arco, por la cancha grande, etc etc etc... Muy a menudo este hecho daba lugar a que los dos mejores jugadores (técnicamente hablando de habilidad pelotera, sabemos que el fair play es otra cosa), transformaban el juego en una disputa fiera y personal lo que les llevaba a monopolizar el encuentro paseándose durante largos ratos como en una coreográfica lucha de los dios machos alfa de la manada, bajo la aburrida mirada de sus congéneres.

Algunos de ustedes, los del circulo de oro (el top five de los golden pelagatos), se preguntarán si existía en esta instancia la posibilidad de ser ungido como el héroe de la jornada (remitiendo la memoria al recorte del Paco Libre), y si, la respuesta es positiva, existía una manera...

Como ya se precisó anteriormente el tiempo no era algo que se midiera durante el desarrollo del compromiso deportivo, la mayor parte del tiempo la disputa finalizaba cuando la progenitora del dueño del balón lo invitaba a acuartelarse a viva voz con el típico: "Juanitoooo a tomar once !", era en ese momento en que todos los jugadores se miraban a la cara, se encogían de hombros hasta que alguno se atrevía a preguntar: “oye y a cuanto vamos?” la respuesta a esa interrogante no tenía respuesta, cualquiera que hubiese osado responder habría sido inmediatamente increpado por algún miembro del equipo rival, por muy amistoso que sea un juego en el fondo todos quieren ganar... y entonces llegaba la oportunidad cuando alguien decía “ok, hay que apurarse que el juanito ya se va...”

Entonces...

“Último Gol gana todoo”

Todo lo pasado se olvidaba, 3 a 4, 56 a 29, que importaba, era el sueño del pibe, los eternos perdedores (el equilibrio de los equipos dejaba bastante que desear), veían ante sus ojos la oportunidad de salir victoriosos (“ya cabros ahora si que ganamos”), a pesar de los pesimistas pronósticos de siempre. Los otros los “buenos pa’ la pelota”, confiaban en que su excelente manejo del balón les permitiría una vez más quedarse con el triunfo. Y a veces sucedía el milagro...

...la sacaba Juanito desde portería, directo a los pies del “chinco pesos”, este corría un par me metros y entregaba el pase al “fende”, una finta y dejaba en el camino al “andy” luego la cambiaba de orilla y colocaba la pelotita en los pies del “totocha”, éste corría y corrí por la orilla, como alma que lleva el diablo, ganando la línea de fondo luego de dejar al “puchero” y al “guatón Mario” en el camino, un centro increíble, un cabezazo... todos saltan, rechazo a medias del portero, un mega disparo del “fende” directo a portería, palooooooo... la toma un defensa intenta despejar, nuestro arquero nervioso en mitad de la cancha (casi ganábamos y su mamá iba a tener la cara de tres metros por su demora), el defensa da un patadón a la pelota, ésta se eleva, cae a metros del lugar, otro disparo a portería, tapada del arquero, la pelota sale del área chica (¿cuál?), la toma “el guatón Mario”, le pega con el alma, solo veo venir la pelota hacia mi, rauda, veloz... me choca en la rodilla....

GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL !!!!!!


Los abrazos de rigor, los festejos, la vuelta olímpica y Juanito que agarra la pelota y corre hasta su casa antes de que lo lamente más...

...quien iba a crerlo?


"Gol en el campo paz en la tierra.

Qué bonito es el fútbol, qué pasiones despierta
defiende tus colores... sudar la camiseta
qué bonito es el fútbol para los que gobiernan
están pegando el palo sin partido de vuelta

Gol en el campo paz en la tierra.

Justicia corrompida arbitra la contienda
patrón enloquecido despide libremente
y roban la pelota por la extrema derecha
atentos al remate que va directa a puerta

Gol en el campo paz en la tierra
Tras la pelota hay mucha mierda."




“Gol en el campo”, La Polla Records, del disco “Carne para la Picadora” 1996