El Regreso del Quetejedi
Hace un montón de tiempo que no ejercía esta artesanal costumbre de escribidor, no es misterio que para escritor no me alcanza y pues como todo desde hace algún tiempo este retorno no obedece a otra razón mas que un nombre de mujer (y que mujer).
La verdad es que me quedé un montón de rato pensando en que escribir y me di cuenta de una paradoja bien extraña y es que cada vez que pienso en que no me pasa nada (asi como Manu Chao en Mano Negra: “que pasa por la calle moreno?” – “nada, no pasa nada”), descubro que siempre tengo algo que contar. Igual y se me ocurrió la idea de ser mi biógrafo imaginario, pero creo que eso es algo que ya he hecho un montón de veces y solo no lo he sustantivizado (esa palabra existe?), lo que en español fome quiere decir “no le he puesto nombre”.
Es asi como a mi cabeza le llovieron encima un chorro de ideas relativas al contenido de este intento de ¿cómo se llama? ¿entrada?, bueno se entiende ¿no?, a pedido (sale un recorte calentito y crujiente para la chica guapa de la mesa 1). Relatos como el terremoto del ‘60 (que por cierto es el terremoto de mayor intensidad del cual se tenga registro), el milagro mexicano del ’69, alguna historia de algún cumpleaños mio, de alguno de mi abuelo (que hoy también cumpliría años al igual que tú), de los regalos esperados, los que llegaron y los que no. De algún juego de la tierna infancia (“abandoné” esa tarea que por cierto no es mala idea resucitar). Podría haber contado también las ideas que tenía y que no pudieron ver la luz por falta de presupuesto, yo creo te hubieras reído mucho (:P)...
Ese día me levanto temprano (la verdad no tengo muy claro si me duermo o no), nos damos un rica ducha, un desayuno asi rapidito sin mucha parafernalia, un último llamado antes de salir... y agarro la mochilita (que ya he preparado con anterioridad no sin antes hacer una lista para no olvidar nada nada), enfilando hacia el terminal de buses. Sin intentar ninguna negociación inútil y esquivando con habilidad “jurgolística” a los que ofrecen pasajes con la típica frase “acá Shantiago, por aca Shantiago Shantiago”. Llegó a mi ventanilla favorita (a pesar del mito que le lleva a Don Diablo y todo), le digo que necesito irme “ahora ya!” y me dice con la mejor de sus sonrisas que ese que está allí ya va saliendo en menos de 5 minutos. No se hable mas, cerramos el trato y más que rapidito me subo a la máquina rodante. Pienso un ratito que sería mejor dormir, que el viaje se me haría mas corto asi durmiendo pero es inútil, asi que me muevo entre la música (con el cd creado especialmente para la ocasión “Música para esperar a Nan”), y algún libro (uno viejito del que ya te he leído algunos pasajes). Y asi veo pasar los caminos desde este fin del mundo hasta la Metrópolis . Igual pienso (es absolutamente inevitable), en las pocas horas que quedan, que ya es nada, son solo unas horas, que cada segundo que pasa estás mas y mas cerca (de esa forma, que ya está claro que de la otra ya estás), y me dan ñañaras (asi como ahorita mismo). Llego a la ciudad capital, me voy donde Roberto al cual ya llamé para contarle tooooooodo, estoy allá casi toda la tarde, cada vez mas nervioso...
Salgo hacia el aeropuerto temprano (relativo obviamente al horario de tu arribo), para ubicarme bien, para no equivocarme, o por si me equivoco tenga el tiempo suficiente para corregir ese error (por ejemplo equivocarme de micro, o algo asi... ), sigue en mis oidos el mismito CD, llevo algunas cosas que me ayuden a crear un registro del momento, seguramente grabaré algunas notas previas al segundo mismo...
Llevo cartelito?.... disfraz de panda?, me envuelvo en papel de regalo? ...hasta que se acerca la hora, mas y mas, seguro se va a tardar un poco más, para contribuir a la tensión dramática y al estallido de todas mis emociones, y si no te veo?, y si llegas por detrás de mi?... y si derrepente me volteo... (mas ñañaras)...
Y ahí estás, y todo se congela, y todo desaparece, no hay ruido alguno, todo se difumina mientras cortamos el espacio de aire que queda entre tú y yo... ¿se vale si cierras los ojos?
Sabes algo?
Si me voy a morir... bien moricido pero de bonito
Y es muy muy probable que llueva, por lo menos en mis ojos.
FELIZ DIA CIELO ! ! !